Con la intención de empezar a ordenar nuestra historia, invitamos al Profesor Juan Carlos Osso quien, además de ser el primer rector de nuestra institución, fue su fundador. A continuación, algunos fragmentos de la charla que mantuvo con los alumnos y profesores a más de veinte años de comenzado el camino...
¿-Cómo era la escuela cuando se inició en 1989?
Comenzó como una escuela para los agentes del Servicio Penitenciario de la Nación mediante un acuerdo con la DINEA (Dirección Nacional de Educación de Adultos). Así, el entonces CENS 279 empezó a funcionar una dependencia del Servicio Penitenciario, en Humberto I y Defensa con sólo 30 alumnos .
El edificio fue construído por los jesuitas como casa de ejercicios espirituales en 1735 .Es el más antiguo de la Ciudad. Todo era muy precario. Cuando llovía había filtraciones de agua, no había aulas ni bancos. No teníamos línea teléfónica ni oficinas. No había timbre; usábamos una campanita.
De a poco el CENS se fue abriendo a la comunidad.
¿Cuántos años estuvo cargo del CENS y cómo era como director?
15 años. Me interesaba mantener la asistencia de los alumnos. Siempre les decía: “Vengan a clase aunque estén cansados! Tómenlo como una terapia”… Me gustaba hablar con ellos.
A los profesores les insistía con la puntualidad. Caminaba por las aulas para ver como andaba todo. No para controlar sino para ver si necesitaban algo.
¿Cómo fue su experiencia el primer año?
Fue difícil, entre otras cosas, porque los alumnos… ¡traían sus armas a la clase! Y eso me incomodaba un poco…
Si el Servicio Penitenciario necesitaba a los alumnos por algún motivo, los llamaba en el medio de una clase y debían salir por razones de servicio.
Tendrá muchas anécdotas para contar...
Siempre recuerdo a una profesora que espiaba para ver si estaba el director a la vista…. y se escapaba con los alumnos.
Me acuerdo también que había un alumno que había ideado un dispositivo para robar mercadería de la máquina expendedora!!!!
Cuando tuve que jubilarme fue doloroso porque uno se encariña. Extraño el grupo humano. Por eso vengo a visitarlos y nos encontramos con los docentes con bastante frecuencia.